Estudio Geobiológico en Arquitectura

Arquitectura siglo XXI

¿Qué es la Geobiología aplicada a la Arquitectura?

La Geobiología en la Arquitectura es una disciplina que se encarga de estudiar la relación entre la construcción y el entorno que la rodea, incluyendo las energías que fluyen a través de ella. Un estudio geobiológico en arquitectura se realiza con el objetivo de detectar y corregir posibles problemas en la construcción que puedan afectar la salud y el bienestar de las personas que la habitan.

El estudio geobiológico en arquitectura se basa en la premisa de que todo lo que nos rodea está compuesto por energía. Esta energía puede ser beneficiosa o perjudicial para el ser humano, dependiendo de la naturaleza de la misma y de la exposición a ella. En este sentido, la geobiología en la arquitectura se enfoca en identificar los flujos de energía nocivos y proponer soluciones para mitigar sus efectos.

La geobiología en la arquitectura tiene en cuenta aspectos como la ubicación de la construcción, los materiales utilizados, la calidad del aire y la presencia de campos electromagnéticos, entre otros factores. Todos estos elementos pueden afectar el equilibrio energético de una construcción y, por ende, el bienestar de sus habitantes.

¿Cómo se realiza un Estudio GeoBiológico para un Proyecto de Arquitectura?

Un estudio geobiológico en arquitectura se realiza en varias fases.

En la primera fase, se analiza la ubicación de la construcción y su relación con el entorno natural. Se busca determinar si la ubicación de la construcción es adecuada desde el punto de vista geobiológico y si hay alguna fuente de energía nociva en las inmediaciones que pueda afectar a los habitantes.

En la segunda fase del estudio, se evalúan los materiales utilizados en la construcción. Se buscan materiales que sean respetuosos con el medio ambiente y que no emitan sustancias tóxicas. Además, se evalúa la calidad del aire interior de la construcción y se proponen soluciones para mejorarla si es necesario.

En la tercera fase del Estudio Geobiológico en arquitectura, se analiza la presencia de campos electromagnéticos. Se busca determinar si hay alguna fuente de radiación electromagnética en la construcción que pueda afectar a la salud de sus habitantes. Si se detecta alguna fuente de radiación electromagnética nociva, se proponen soluciones para reducir su impacto.

En la fase final del estudio se analizan los tóxicos ambientales tanto en aire como en suelo y el material particulado en suspensión.

¿Qué incluye un Estudio GeoBiológico?

En la tierra existen distintos tipos de radiaciones que son perjudiciales para la salud. Pueden ser tanto naturales, como el agua subterránea, las fallas, las líneas Hartmann y Curry, o bien artificiales que son las generadas por las ondas electromagnéticas de las antenas, Wifi, móviles… Las geopatías son aquellos lugares donde existe una mayor concentración de este tipo de radiaciones naturales que son perjudiciales para la salud si se tiene una exposición prologada.

En un Estudio GeoBiológico principalmente se analizan los siguientes aspectos:

1. Geofísica, áreas geopatógenas y redes geomagnéticas. 

La Tierra emite radiaciones y estas pueden tener una mayor o menor intensidad según la zona en la que nos encontremos. A veces, incluso la morfología del lugar (terreno llano, escarpado, recoso, etc.) puede afectar a la forma en que estas radiaciones emanan al exterior.Además de identificar estos lugares o zonas geopatógenas, en el estudio geobiológico se sitúan las principales redes de magnetismo terrestre, estas son la red Curry, red Benker y red Hartmann. Su representación en un plano es en forma de cuadrícula, siendo las líneas y vértices de esta cuadrícula los puntos donde el magnetismo terrestre es más intenso y, por tanto, son zonas donde no se deben situar espacios de la vivienda destinadas al descanso (camas o dormitorios) o al trabajo (despachos o zonas de estudio).

2. Radioactividad Ambiental

El gas radón emana de manera natural de la tierra al aire libre; es inodoro, incoloro e insípido y además de manera natural se diluye y no nos afecta. El problema surge si se acumula en el interior de las viviendas, cosa que a veces ocurre debido a la falta de ventilación y a que muchas viviendas no cuentan en su diseño con ninguna barrera para evitar las filtraciones de este gas radioactivo al interior.

Los métodos de medición con aparatos tecnológicos específicos se realizan atendiendo a la localización de la alteración:

• Fallas Geológicas: se produce una medición en la vertical de las roturas del terreno ya que en estas zonas existen una mayor radiactividad y emisiones del gas radón.
• Aguas Subterráneas: en la vertical de las zonas donde circulan las corrientes de agua  se suelen medir alteraciones de la radioactividad que se emite.
• Suelos con granito: en este tipo de suelos se miden las alteraciones que existen del gas radón, así como de la radioactividad.

En la actualidad existen numerosas soluciones para evitar que el gas radón se acumule en nuestras viviendas; es posible usar placas o láminas, cámaras de aire o sistemas de ventilación muy eficientes.

3. Contaminación Electromagnética

Esta contaminación se refiere a las radiaciones que emiten todos los aparatos tecnológicos que usamos a diario. Los cables eléctricos de alta intensidad, el wifi, los teléfonos móviles, la televisión, los repetidores, el microondas, etc. Todos ellos emiten radiaciones y generan campos magnéticos que, según su intensidad, pueden llegar a afectar a nuestra salud. De hecho, aunque los usamos continuamente y resultan bastante indispensables en la sociedad actual, desde el año 2011 la OMS los reconoce como pertenecientes al grupo 2B (posibles cancerígenos).

En un Estudio Geobiológico se mide la exposición de la parcela, edificio o vivienda a este tipo de radiación electromagnética. Normalmente en las zonas rurales la exposición a este tipo de contaminación es muy baja, pero en las ciudades suele ser muy alta. Existen unos límites para esta radiación que no conviene sobrepasar en el interior de las casas, para que sean entornos saludables.

Si el resultado del estudio indicara que la zona está muy contaminada por ondas electromagnéticas, el arquitecto para proyectos de reforma incorporará elementos, estructuras o materiales que actúen como atenuante o bloqueo y para aquellos proyectos de obra nueva lo tendrá en cuenta a la hora de seleccionar los materiales y componentes del proyecto, de manera que generen un efecto pantalla y bloqueen la mayoría de estas radiaciones hasta obtener unos niveles adecuados en el interior.

4. Tóxicos ambientales

Los tóxicos ambientales incluyen la contaminación más tradicional, es decir, los humos y otras emisiones a la atmósfera que son perjudiciales para el ser humano (y muchas también para el planeta en su conjunto). También se consideran dentro de este grupo, las aguas y tierras contaminadas con agentes que pueden afectar a nuestra salud, así como el material particulado, que son pequeñas partículas sólidas o líquidas que se encuentran en suspensión el aire que respiramos.

Aparte de estar reconocido por la OMS como altamente tóxica, hoy en día todos estamos concienciados de que la contaminación, en general, es perjudicial para nuestra salud. Es por ello que es importante medirla y estudiarla antes de desarrollar un proyecto de vivienda para, utilizando esos resultados, tomar las decisiones y medidas necesarias para que el interior de nuestra vivienda tenga un aire limpio y libre de contaminantes. Un estudio geobiológico mide las concentraciones en el aire de formaldehídos, material particulado, NO2 y SO2.

¿Por qué incluir un Estudio GeoBiológico para tu casa o tu proyecto de sede corporativa?

Construir sobre alteraciones geofísicas (aguas subterráneas o fallas geológicas), redes geomagnéticas (líneas Hartmann y Curry) o radiactividad ambiental afectará la vida de los habitantes del espacio. Esos efectos pueden darse en diversos niveles y desde luego hay personas más sensibles que otras, pero las investigaciones de última generación señalan afla realidad de afecciones de todo tipo. En la mayoría de los casos es posible intervenir un espacio construído para modificarlo, y con pequeñas reformas, mejorar la habitabilidad del lugar.

Una arquitectura que evite esa ‘contaminación invisible’ es una arquitectura en equilibrio con la tierra y la vida. Contemplar las energías de la tierra incluyendo su tecnología asociada en el estudio del espacio a construir en la etapa de diseño significará calidad y un verdadero patrimonio para sus futuros dueños.